El ingreso de una persona mayor en un centro residencial es un acontecimiento familiar, que no solo afecta al mayor y en el que varios actores sociales interactúan y se ven afectados por un cambio.
Una buena comunicación y un seguimiento de la adaptación global es imprescindible para lograr el bienestar del mismo y de sus familiares.
La actitud empática durante todo el proceso fomentará la buena adaptación de la persona mayor y ayudará al núcleo familiar a adecuarse a la nueva situación de forma satisfactoria.